Los escalofríos ©Manuel Peñafiel, escritor, investigador, productor y director de fotografía.

Los escalofríos ©Manuel Peñafiel, escritor, investigador, productor y director de fotografía. En 1999, Eusebio Aragón era un viejecito que parecía estar hecho de cera, cuando lo entrevisté para mi documental Los Últimos Zapatistas, Héroes Olvidados; retratándolo también para mi libro Emiliano Zapata, un valiente que escribió historia con su propia sangre; sin embargo, don Eusebio se disculpó diciendo: En realidad ya no me acuerdo bien de cuando combatí al lado del General Emiliano Zapata durante la Revolución Mexicana de 1910; estos calofríos hacen que me falle la memoria. El anciano corría su lengua por sus labios secos, daba la impresión de que se encontraba sediento. Cuando le ofrecí una botella de agua que traía yo en mi automóvil, la rechazó amablemente, respondiendo bajito: Discúlpeme prefiero dormir un poco. Entonces, comprendí lo que pasaba por la estrujada mente de Eusebio Aragón, así que basado en los ásperos recuerdos que me han relatado otros veteranos revolucionarios, interpreté los sentimientos de Eusebio Aragón por medio de mi prosa, imaginando la manera en que él me hubiera relatado sus amargas vivencias: Al dormir yo sueño muchas cosas y parece que el tiempo regresa, mi cuerpo no me duele, las articulaciones no me arden con ese fuego frío que me aqueja, parecería que me quemo por dentro con la despiadada fiebre que me hace desesperar. Aquí no hay clínicas, el doctorcito que por aquí vivía se fue pa’ la capital. Aquí no llega el progreso, lo único que no hace falta en este pueblo son los refrescos embotellados, mis nietos los beben mucho, pero yo les digo que no lo hagan, es pintura de colores con gaseosa, además se les pudren los dientes. Mi nuera lavando ropa ajena anda muy ocupada para poder cuidar a los muchachitos que ni me hacen caso. Ahí se van a gastar los pesos en las maquinitas donde salen los muñecos dándose golpes y patadas; golpizas de a de veras eran las que nos ponían los soldados enviados por Venustiano Carranza cuando nos perseguían a nosotros los zapatistas. Yo me escapé de una detención, desde entonces se me quedó un zumbido dentro del cerebro, permaneció ahí como abejorro después de que el sargento me golpeó en la cabeza con la culata de su rifle, se disponía a continuar con la tortura cuando la trompeta tocó la retirada. Ahí mismito me dejaron derribado en el llano, el sol pegando tan fuerte que la vista se me volvió pañosa, nomás viendo con el ojo bueno, el otro lo tenía cerrado por los puñetazos que me había dado aquel despiadado mercenario con tanto encono que se le florearon los nudillos. Quedé tendido con la cara sobre la polvosa tierra que me picaba la nariz. Al ver tanto cadáver desperdigado, los zopilotes se arremolinaron por las nubes. Yo no tenía fuerzas para moverme, uno de los buitres se paró en mi espalda y comenzó a picotearme en la nuca, su ganchudo pico me jaló la piel hasta sangrar; fue el polvo de esa misma tierra lo que me salvó, pues estornudé tan fuerte que aquel pajarraco del demonio levantó el vuelo; fue entonces que unos compañeros que habían salido de su escondite me divisaron, y así a rastras me llevaron hasta su jacal En la Revolución Mexicaba al principio luché con mi machete, luego con arma de fuego que le robé a un muerto sin confesar. Sucedió hace tanto tiempo que ya ni recuerdo a cuántos maté, pero a los que no olvido son a mis camaradas que la milicia del gobierno fusiló, ellos asesinaban a diestra y siniestra, también perdí familiares que ni pude enterrar. Cuando venían los federales, teníamos que huir a las montañas, a los caídos no se les podía dar una decente sepultura. A mí la guerra me dejó tullido, los escalofríos se me quedaron a vivir dentro de mis entrañas, fue desde aquella vez que los militares me dieron una salvaje tunda, las llagas se infectaron, tuve hartas calenturas y pérdida de razón, deliraba como cuando dicen disparates los borrachos. Todo lo veía negro, y luego rojo, sería por la sangre del ojo hinchado, yo no soy médico para saberlo. Lo que sí sé, es que aquellos uniformados nos aporrearon con la saña que echa raíces en los corazones preversos. ¿ Quién sabe por qué lo harían, si eran paisanos pobres igual que nosotros, nada más que ajuareados de soldados ? Tal vez nos golpeaban de tal manera por la misma rabia que les devoraba la conciencia, les pagaban por matar compatriotas, en cambio nosotros lo hacíamos no por dinero, sino porque era la única manera de luchar contra los abusos del gobierno. ©Manuel Peñafiel Fotógrafo, Escritor y Documentalista Mexicano. El contenido literario y fotográfico de esta publicación está protegido por los Derechos de Autor, las Leyes de Propiedad Literaria y Leyes de Propiedad Intelectual. Sin embargo, puede ser reproducido con fines didáctico - culturales sin omitir el nombre de su autor Manuel Peñafiel y los créditos de sus fotografías; queda prohibido utilizarlo con fines de lucro. This publication is protected by Copyright, Literary Property Laws and Intellectual Property Laws. It can only be used for didactic and cultural purposes mentioning Manuel Peñafiel as the author and his credit of his photograph. It is strictly prohibited to use it for lucrative purposes. https://www.youtube.com/watch?v=pFjkMHL8VB4 – Enlace para ver de forma gratuita en Facebook, Los Últimos Zapatistas, Héroes, Olvidados de Manuel Peñafiel
©Manuel Peñafiel Fotógrafo, Escritor y Documentalista Mexicano. El contenido literario y fotográfico de esta publicación está protegido por los Derechos de Autor, las Leyes de Propiedad Literaria y Leyes de Propiedad Intelectual. Sin embargo, puede ser reproducido con fines didáctico - culturales sin omitir el nombre de su autor Manuel Peñafiel y los créditos de sus fotografías; queda prohibido utilizarlo con fines de lucro. This publication is protected by Copyright, Literary Property Laws and Intellectual Property Laws. It can only be used for didactic and cultural purposes mentioning Manuel Peñafiel as the author and his credit of his photograph. It is strictly prohibited to use it for lucrative purposes. https://www.youtube.com/watch?v=pFjkMHL8VB4 – Enlace para ver de forma gratuita en Facebook, Los Últimos Zapatistas, Héroes, Olvidados de Manuel Peñafiel

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