EL MUSEO GRÉVIN EN PARÍS, SINFONÍA DE ECOS Y PENSAMIENTOS - CAPÍTULO FINAL 4 DE 4 ©MANUEL PEÑAFIEL, FOTÓGRAFO, ESCRITOR Y DOCUMENTALISTA MEXICANO.

El Museo Grévin en París, sinfonía de ecos y pensamientos – Capítulo 4 de 4 ©Manuel Peñafiel, fotógrafo, escritor y documentalista mexicano. Con la fuerza del deseo me transporté a un lejano planeta donde El Principito cálidamente me recibió: Eres bienvenido a mi mundo me dijo, yo conozco el tuyo al que llaman La Tierra, ahí conocí a mi autor el aviador francés Antoine de Saint – Exupéry con él mantuve profundas conversaciones, me explicó aquel lindo anfitrión. Muchas gracias, la hospitalidad honesta es el hogar donde bien podría caber toda la Humanidad despojada de codicia y egoísmo, le respondí al Principito. El Principito continuó diciendo: Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan. Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día cada uno pueda encontrar la suya. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta. Concuerdo otra vez contigo, repuse al Principito, así que le dije: Yo pienso que la ciudad o el pueblo nuestras casas son y la foresta su jardín, mantengamos digno nuestro hogar e inmaculada la vegetación. La mente es intrincado bosque, la vereda hacia el verdor depende de nosotros. Si tu piel es morena tienes suerte, el Sol quiso estar cerca de ti. Autoconfianza es invencible mariposa, no permitas que dudas y angustiantes pensamientos perturben su vuelo, concluí. Los cautivos de las adicciones sufren, respondí, y le relaté algunos incidentes; alguien me comentó: Bebo para olvidar que soy borracho. Un drogadicto le preguntó al alcohólico, ¿ qué sientes cuando bebes ? Ya olvidé, respondió el borracho, y el adicto agregó, a mí me duele recordar. Finalmente agregué: La auténtica libertad es poseer alas sin tener la necesidad de desplegarlas para huir de la realidad consumiendo alcohol o estupefacientes; al final de tan nebuloso vuelo caeremos quebrando la brújula de nuestro verdadero destino. ¡ Lo que dices es cierto !, me respondió entusiasmado El Principito, lo deberías escribir. Animado por su entusiasmo, le respondí que al volver a casa describiría nuestro encuentro para compartirlo con mis lectores. ¡ Seguramente les interesará leerlo !, me aseveró alegremente El Principito…después. nos despedimos dándonos perdurable abrazo cósmico. ©Manuel Peñafiel - Fotógrafo, Escritor y Documentalista Mexicano. El contenido literario y fotográfico de esta publicación está protegido por los Derechos de Autor, las Leyes de Propiedad Literaria y Leyes de Propiedad Intelectual, sin embargo, puede ser reproducido con fines didáctico - culturales mencionando el nombre de su autor Manuel Peñafiel y sus créditos por las fotografías; queda prohibido utilizarlo con fines de lucro. This publication is protected by Copyright, Literary Property Laws and Intellectual Property Laws. It can only be used for didactic and cultural purposes mentioning Manuel Peñafiel as the author and his credits for the photographs. It is strictly prohibited to use it for lucrative purposes.
©Manuel Peñafiel - Fotógrafo, Escritor y Documentalista Mexicano. El contenido literario y fotográfico de esta publicación está protegido por los Derechos de Autor, las Leyes de Propiedad Literaria y Leyes de Propiedad Intelectual, sin embargo, puede ser reproducido con fines didáctico - culturales mencionando el nombre de su autor Manuel Peñafiel y sus créditos por las fotografías; queda prohibido utilizarlo con fines de lucro. This publication is protected by Copyright, Literary Property Laws and Intellectual Property Laws. It can only be used for didactic and cultural purposes mentioning Manuel Peñafiel as the author and his credits for the photographs. It is strictly prohibited to use it for lucrative purposes.

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